Jirones de periódico

Atribulaciones y publicaciones de una escritora y periodista madrileña en la aldea gallega

12 marzo 2004

Entrevista a Iñaki Miramón



“Cuando haga de malo la gente se sorprenderá más”

Entre discusiones y problemas maritales, Amparo Larrañaga e Iñaki Miramón, se demostrarán su amor este domingo en el auditorio vilagarciano. La comedia ¡Se quieren!, dirigida por Esteve Ferrer, versa sobre el deporte nacional más practicado: la discusión de pareja. Miramón, de un modo opuesto al de los doce personajes que interpreta en esta obra, se confiesa un hombre pacífico al que no le gustan las conversaciones demasiado acaloradas.

_Háblenos de sus personajes en la obra ¡Se quieren!
_Represento varios personajes, distintas parejas en cada uno de los doce cuadros cómicos que componen la obra. Los papeles son de lo más variado. Desde un tipo machista hasta uno mucho más pringado. La verdad es que es muy divertido tener una gama tan amplia de personajes en una sola obra.
_Algunas críticas afirman que la obra da una imagen bastante machista, en la que la víctima es el hombre y la mujer siempre queda como un ser caprichoso. ¿Está de acuerdo?
_No, para nada. Al ser doce cuadros distintos, las situaciones son muy variadas, todo cambia. Hay que admitir que todos los personajes, tanto los de Amparo como los míos, son un poco patéticos. El texto intenta hacer una crítica amable sobre las parejas que llevan ya algún tiempo juntas y aprovechan cualquier ocasión para tener discusiones que desde fuera se ven bastante tontas. Son conversaciones típicas, fácilmente reconocibles. El único pretexto que tiene la obra es el de pasarlo bien, sin demasiadas profundidades.
_ ¿Discutir es la mejor forma de conocer a la pareja?
_Para mí no, desde luego. Ni a Amparo ni a mi nos gusta discutir, ni entre nosotros, ni con los compañeros, ni con la familia. Discutir no es bueno en general. Otra cosa son las conversaciones un poco acaloradas, pero que no llegan al nivel de la discusión. Discutir por cualquier cosa no ayuda para nada.
_¿Cuál cree que es la base del éxito que están teniendo?
_ Que proporcionamos diversión. No es una obra excesivamente profunda. Es, sobre todo, una obra divertida. Cada función la hacemos con mucho cariño y en el escenario puedes ver que la gente lo pasa bien desde que empieza. Amparo y yo nos entendemos bien, tenemos mucha química actuando, a eso hay que sumarle un texto muy divertido.
_¿Ha ayudado para esa química que ya se conociesen de antes?
_ Sin duda. Es la sexta vez que Amparo y yo coincidimos en un espectáculo. Nos une una gran amistad y un trabajo común, tenemos gustos similares y formas parecidas de ver las cosas. Todo esto ayuda mucho encima del escenario. Como nos conocemos también sabemos cómo va a responder el otro, nos comunicamos sin que se vea cuando surgen imprevistos, que siempre surgen, o si hay que improvisar, aunque eso es algo que tampoco hacemos demasiado. Estamos muy unidos, lo que resulta muy beneficioso para la obra.
_¿Cree que su trayectoria como actor ha terminado encasillándole en un tipo concreto de papel?
_Yo siempre digo que cada uno tiene su cara y que tiene que aprender a vivir con ella. Sin embargo todos tenemos un amplio abanico de posibilidades, no sólo interpretativas. Todos podemos ser los malos más malos o ser los más buenos. Aunque lo cierto es que siempre he hecho muchos más papeles de tío afable y buena persona, Aunque también tengo por ahí algún malo. Tampoco me importa, así cuando haga un papel de malo, la gente se sorprenderá más porque será algo que no se espera.
_¿Alguna vez ha pensado en relegar la actuación por la escultura, su otra faceta artística?
_No lo pensé nunca porque para mí son dos cosas compatibles. La escultura es un arte que se trabaja en soledad, sólo tú y la piedra. Sin embargo la interpretación es una cosa mucho más compartida, menos solitaria. Son dos formas muy distintas de crear y ambas son compatibles.
_¿Dónde le gustaría exponer?
_En buenas galerías. Aunque el hecho de exponer es muy complicado. Hay salas que han llegado a pedirme incluso que pague la mitad de los gastos de luz, y la verdad es que eso te desilusiona un poco. Si tienes una galería debes correr con los gastos, y si no, por lo menos confía en mí, en que saques de mi exposición dinero suficiente como para pagar la luz. En ese sentido me desanimé bastante. Supongo que será algo con lo que seguiré adelante cuando me vea con fuerzas.
_¿Y en qué teatro le encantaría actuar?
_Buf... Ahí si que no sé qué decirte. He actuado en teatros muy bonitos, como el Rosalía de A Coruña. Donde no he actuado todavía y me encantaría poder hacerlo es en el teatro romano de Mérida.
_Cine, teatro, televisión... No le hace ascos a nada. ¿Se ve explorando terrenos alternativos como la publicidad?
_Sí, hay que variar de medio si se puede. Pienso que lo más importante es la producción en sí, que sea buena. Lo mismo da que esté en un medio que en otro.
_¿Qué planes tiene de cara al futuro?
_Seguir viviendo, que ya es mucho. Siempre hay cosas profesionales, planes, ideas, pero el plan más importante es ser feliz y seguir la vida lo mejor posible.

Publicado en FARO DE VIGO, el Viernes, 12 de marzo de 2004